Y SE HIZO LA LUZ…

Vivía en un mundo de tinieblas respecto a las redes sociales, vivía tan feliz en mi ceguera sin ser consciente del mundo que me esperaba más allá.
Cuando llegué al final del túnel para entrar en ese mundo, la luz apareció y todo se volvió de colores, multitud de posibilidades se presentaron ante mí, sin embargo, al principio tanta luz me deslumbró y me agobié, pero poco a poco me he ido acostumbrado a su intensidad.

Empecé este blog con el post Miedo escénico en el que contestaba a 3 preguntas propuestas por los profesores. Releyendo mis respuestas, algunas me llenan de satisfacción, con otras me parto de risa y con otras me doy cuenta de que he aprendido muchísimo estos días.

Mis esperanzas y expectativas se han cumplido con creces: me manejo en las redes sociales, ya no me dan miedo y me son familiares, he encontrado herramientas que ahora no entiendo cómo podía vivir sin ellas – como Delicious-, otras me son útiles para el trabajo e incluso ya me ronda alguna idea para proponer por aquí; y aunque evidentemente no sé para qué sirve cada una de las redes sociales –lo veo inabarcable-, definitivamente sí ha sido una sacudida a mi vida.

Confesaba por entonces que no era usuaria de las redes sociales y que no tenía perfil alguno en ninguna de ella. ¡Qué equivocada estaba! No mentía, pues según la RAE mentir es “ Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa.”, y yo para nada era consciente de que ya estaba en una red social. Tiene gracia, porque justo en el examen cayó la pregunta ¿se puede considerar Skype una red social? –o algo así-, cómo la iba a fallar si me quedé de piedra el día que lo leí en los temas. Tenía un perfil en Skype y la verdad es que lo usaba bastante, y con foto y todo… y luego salía de mi cascarón de Twitter porque me daba cosa poner mi foto… (ya expresé mis recelos por preservar mi privacidad)

Pero mi experiencia no terminaba ahí, alguien me envió un enlace a Picassa y para poder ver las fotos tuve que logarme. No volví a usar Picassa, creía que era algo puntual, pero poco después con esa misma cuenta en Google me creé unas alertas, necesitaba estar al día sobre un par de temas y alguien me aconsejó cómo hacerlo. Así que el día que fui a abrir mi perfil en Google+ al meter mi correo me salieron todos mis datos… Google ya sabía un montón sobre mí y yo no era consciente.

Como veis la clave de todo esto, la ignorancia, y la inconsciencia. Nos metemos en la web sin plantearnos qué es lo que realmente estamos haciendo y vamos dejando miguitas por allí por donde pasamos, bueno, mejor piedrecitas que las miguitas se las comen los pajaritos. El otro día oí una entrevista en la que un especialista en descubrir fallos en las webs de empresas, instituciones, bancos,… decía que él jamás paga online, y jamás paga con tarjeta, siempre al contado… ¡daba miedo!

Ahora tengo mis perfiles beatrizwebsoc en todas las redes que se nos pedían y en unas cuantas más, voy probando, y voy quedándome con unas y desechando otras.

En aquel post decía que necesitaba un “reciclaje total”, y ya veis, “este neumático” se ha convertido en una carretera que no sé adónde me llevará, pero voy tan feliz…